Esta es la historia de una televisión de plasma con un buen par de altavoces que se dedica a dar clase a mandos para que en el futuro estén con grandes televisiones.
Un buen día en esa clase apareció una televisión antigua, que por ser antigua estaba amargada, y un mando de esa clase le dijo: ¡Qué pasa tele! Esa televisión amargada respondió: - A ver mando quién te ha dado la confianza para llamarme tele, en todo caso llámame televisión!
El mando no se esperaba esa contestación y cogió manía a ese televisor estúpido.
Aquel día aprendió ese mando varias lecciones y son estás:
- Como apuntó el maestro cuando dices algo ofendes a alguien, o dicho de otro modo si nadie se ha ofendido es que no has dicho absolutamente nada.
- Tener cuidado con las palabras que se dicen alguno está mas amargado de lo normal y se ofende con facilidad.
- Ya sabe que no tiene que ser de mayor
Así siguió su camino y aprendió algo...
Dioooosss! ajajaja. Venga chaval es que...
ResponderEliminarÁnimo con el blog