domingo, 8 de mayo de 2011

Infancia


El pasado, pasado está y a veces no es bueno indagar en él. Pero el otro día paseando por la calle y me puse a reflexionar sobre mi infancia.
Cuando era pequeño era muchas cosas: travieso, trasto, inocente, enano, crío, infantil pero sobre todo era feliz. Al ser un crío hacia cosas bien y cosas mal, pero la misma inocencia hacía que no lo pareciese y fuera un comportamiento normal, no tenía preocupaciones y aunque parezca increíble me encantaba ir al colegio e incluso puedo decir que me apasionaba. Allí era feliz con unos compañeros de clase con los que jugaba al fútbol con una lata de refresco, con los que me reía de cualquier chiste, con los que intercambiaba cromos, con los que hablaba de la play, con los que hacía cualquier trastada...
Era feliz muy feliz por eso me afectó mucho el día que dejé mi colegio era el símbolo de mi infancia y era muy bien tratado allí después llegué a un infierno llamado instituto, del que no me siento orgulloso de hablar.
En el colegio no veía chavales fumando, presumiendo de lo imbéciles que son y de los seguidores aun más imbéciles que tienen, de como el chaval que va a su bola es un tonto y un friki, de como los profesores hacen la vista gorda ante la misma evidencia...
¡Oh aquellos tiempos! Ahora todo son preocupaciones y responsabilidades.
Sé que no puedo volver al pasado pero al menos lo guardo como algo bonito en mi vida y que me alegra en momentos delicados.
Por el niño que llevas o llevabas dentro.

2 comentarios:

  1. Qué razón tienes macho. Ya no podremos volver nunca más a la infancia en la que éramos dioses, pero siempre nos quedará el recuerdo. Y lo bueno es que cada uno la vivió de una manera; la suya. Que fantástico ha sido vivir hasta aquí solo por eso, lo demás (hasta este momento) carece de valor.

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  2. Sinceramente lo único que ha sido librarme de ella y estar ahora solamente han sido problemas y preocupaciones

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